Te cuento el Comienzo de una bella historia
Siempre, desde niña tuve una afición por el té; era todo un misterio. Y cuando hablo de esta bebida tan especial, recuerdo a mi madre, la que me despertó esta curiosidad, porque en mi país natal, donde todos bebían mate por ser una bebida popular, ella bebía té, ¿por qué? Todavía no lo sé…
Mi silencio favorito…
Rememoro siempre esos momentos, cómo ella preparaba su bebida preferida con tiempo y dedicación. Solo ella, de forma inconsciente, elaboraba su ceremonia de té, y finalmente mi presencia quedaba como testigo de esta tremenda experiencia. Era un momento especial porque se sentía una armonía subyugante en ese instante, un silencio infinito que solo se rompía con el sonido del agua que ya estaba caliente al caer sobre las hojas de té; esa escena era fantástica e irrepetible para las dos…..
Ya cuando el té estaba listo, era la mejor parte, porque los sorbos eran lentos y muy espaciados, porque el deleite era profundo, el placer era un eterno recurso al saborear esa bebida tan exquisita que solo se daba en ese instante. Todo esta escena se sucedía naturalmente de forma cotidiana como parte de nuestras vidas, las palabras sobraban y solo respetábamos el sonido del ambiente que nos hacia compañía en un ritual único, donde ese líquido que bebíamos, expresaba a través de nuestros rostros la mayor expresión de felicidad.